AUTORA: GLADYS MILENA VARGAS BELTRÁN
Evaluar es una tarea ardua en la que el maestro debe atender a las exigencias del sistema educativo, las necesidades y expectativas de sus estudiantes, los requerimientos del perfil de egreso, entre otros aspectos; pero también debe partir de los resultados del aprendizaje de nuestros estudiantes.
Los resultados del aprendizaje responden a lo que queremos que nuestros estudiantes aprendan en un proceso de formación, sea este un curso, un periodo académico, un trimestre, un seminario, u otros espacios académicos.
Para que podamos ver claramente si nuestros estudiantes alcanzaron estos resultados de aprendizaje, tenemos un elemento claro y directo que nos permite ver qué han aprendido y cómo lo han hecho, con que nivel de calidad y el tipo de comportamiento o acción que esperamos del estudiante, esto es conocido como evidencias.
Las evidencias son acciones, comportamientos o producciones, que nos muestran lo que el estudiante ha logrado aprender en ese tiempo determinado. Pueden ser de varios tipos:
- Evidencias de conocimiento: refieren a aquellas acciones en las que el estudiante expresa su conocimiento frente a teorías, conceptos, en las que explica como se clasifican estos conceptos, de qué categorías superiores provienen, en cuáles se clasifica, determina las relaciones entre diversos conceptos, principios y teorías. Esto deriva en un saber conocer por parte del estudiante.
- Evidencia de acción o procedimental: se refiere a acciones que muestran al estudiante aplicando lo conceptual, en diferentes situaciones cotidianas, problemas, retos, aplicaciones, lo que deriva en un saber hacer por parte de quien realiza estas acciones.
- Evidencia de producto: se refiere como el nombre lo indica, a un producto que el estudiante presenta, fruto de un proceso de elaboración en el que aplica sus conocimientos conceptuales y procedimentales. Puede ser una síntesis de lo aprendido a través de una representación gráfico, un texto académico, un objeto, un modelo, entre otros. También se refiere al saber hacer por parte del estudiante.
- Evidencia de conducta: se relaciona con todas aquellas conductas que, a corto, mediano, o largo plazo, los estudiantes van generando, o van cambiando a medida que asimilan e interiorizan sus conocimientos, muchas veces los docentes nos las podremos observar directamente, pero son fundamentales para la vida de una persona, pues realmente evidencian un crecimiento personal, una evolución, evidencian que el aprendizaje ha servido para generar un cambio real en la vida de la persona.
Evaluar teniendo en cuenta los resultados de aprendizaje y sus evidencias es una labor que permite al maestro realmente entender qué evalúa y como observarlo en sus estudiantes. Si queremos cambiar la forma de evaluar, es necesario comenzar por allí para transformar la evaluación en un apoyo y no seguirlo viendo como una herramienta punitiva y lejana a la afectividad de los estudiantes y docentes.