“Claves para la evaluación por competencias en el contexto actual”

Autora: Gladys Milena Vargas Beltrán

En cualquier caso, la educación debe ser hoy más que nunca una educación para la responsabilidad. Y ser responsable significa ser selectivo, ser capaz de elegir. Vivimos en una affluent society, recibimos avalanchas de estímulos de los medios de comunicación social y vivimos en la era de la pildora. Si no queremos anegarnos en el oleaje de todos estos estímulos, en una mezcolanza total, debemos aprender a distinguir lo que es esencial y lo que no lo es, lo que tiene sentido y lo que no lo tiene, lo que reclama nuestra responsabilidad y lo que no vale la pena.

Viktor Frankl

Todos vemos con incertidumbre el futuro, la pandemia ha sido la culpable, pero qué pasaría si vemos que esto se aprovecha de forma positiva. Las lecciones de la adversidad deben ser usadas para crecer, para dejar huella. Los maestros y maestras estamos en un momento de cambio, en el cual, la pandemia ha sido maestra, amiga, consejera y la causante de que ahora seamos mucho más creativos, que veamos las oportunidades en medio de la crisis y que hayamos llegado a reencontrarnos con nuestra esencia y sobre todo con nuestra vocación docente.

Todo cambió, las formas de enseñar, también las formas en que los estudiantes aprenden, así mismo y no menos importante, han cambiado las formas de evaluar. Nuestra mirada frente a la evaluación debe ser otra, mucho más detallada, mucho más atenta, consciente, dispuesta a ver en el chico, en la chica, lo mejor de cada uno.

Sin lugar a duda la evaluación ha sido uno de esos elementos de la práctica pedagógica que más presentado transformaciones durante esta pandemia, y más en un mundo lleno de retos, que se presentan generando caos y poniendo a prueba todas nuestras habilidades y destrezas, nuestros conocimientos y el dominio de nuestras emociones. Por ello, necesitamos personas que sean capaces de autorregularse y avanzar en pos de sus metas de aprendizaje, seres conscientes de su protagonismo en los procesos de aprendizaje, estudiantes que son capaces de construir sus metas de aprendizaje, para poder determinar sus avances y la forma como están aprendiendo.

Evaluar para formar seres autónomos, es entonces una de las metas de los docentes de hoy. Buscamos que los estudiantes sean capaces de enfrentar múltiples situaciones de su cotidianidad con sabiduría, entereza y haciendo una transferencia de sus conocimientos de manera pertinente y efectiva, aún cuando dichas situaciones sean nuevas, desconocidas, ajenas a lo que han aprendido en la escuela.

El docente entonces sabe que se enfrenta a una nueva forma de educar, en la que el desarrollo de competencias está más vigente que nunca. Se hace necesario formar a nuestros estudiantes para que aprendan a aprender, aprendan a aplicar lo que saben en nuevas situaciones, aprendan a solucionar problemas, aprendan a pensar críticamente, creativamente, aprendan a convivir, a emprender a crecer y avanzar de forma autónoma.

La evaluación del aprendizaje y de sus competencias en este tiempo, debe estar conectada con los aprendizajes que queremos alcanzar, es ahí donde la sabiduría del docente juega un papel fundamental pues debe tener en cuenta entre otros aspectos:

  • Partir de lo quiere que aprendan los estudiantes para definir las evidencias de aprendizaje y desde ese punto estructura las secuencias de aprendizaje y estas, deben estar enriquecidas por ejercicios de evaluación continua.
  • La evaluación continua debe permitir diagnosticar al estudiante saber cómo viene y comenzar a trabajar a partir de ello para diseñar los procesos de aprendizaje.
  • La evaluación debe ser un ejercicio constante y acompañar al estudiante mientras construye el conocimiento, mostrándole sus errores y aprovechándolos para que él o ella se de cuenta de lo que puede hacer para corregirlos, debe ser una evaluación en la que el maestro o maestra retroalimente, guie, una evaluación cuyo carácter formativo amplíe la mirada del estudiante a todo aquello que puede llegar a aprender.
  • Así mismo la evaluación debe ser aquella que permite ver todo el panorama, hacer un cierre, recoger todo lo aprendido a lo largo del proceso, una evaluación que conduzca a hacer nuevos planes de aprendizaje, de refuerzo, de apoyo para quienes aún no han alcanzado las metas de aprendizaje.
  • La evaluación debe estar enriquecida de técnicas de evaluación basadas en metodologías activas, donde el estudiante pueda mostrar su capacidad de transferencia del conocimiento para solucionar problemas, hacer productos, proponer innovaciones.
  • La evaluación en este tiempo conduce a que maestros y maestras elaboremos nuestros propios instrumentos de evaluación, los cuales permitan evaluar los conocimientos desde lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal. Por ende, las rúbricas de evaluación, las listas de chequeo, las fichas de observación, el portafolio, deben ser nuestra mano derecha apara ver los avances de los estudiantes.
  • La evaluación debe ser un ejercicio de apoyo al estudiante y no un proceso punitivo, debe llevar al maestro o maestra a ser un orientador, una guía, un apoyo y el experto o experta que aporta para que el estudiante crezca y tenga mayor autonomía.
  • La evaluación debe aportar a reconfigurar los planes de estudio, definirlos partiendo de los contenidos de manera integral, debe conducir a que los planes de estudio se resignifiquen, que sean más holísticos, integradores, que se adapten a lo que el mundo está pidiendo hoy.
  • La evaluación en esta pandemia conduce a que nosotros los maestros y maestras retomemos ese primer amor por nuestra profesión, que recordemos qué nos llevó a ser maestras, maestros y comencemos con mente de principiante a desarrollar nuestra labor con un amor y entrega profundos.
  • Finalmente, la evaluación debe llevarnos a que nuestros estudiantes sean más competentes, que sean capaces de enfrentarse a cualquier problema, reto o circunstancia inédita con todo lo que necesitan, equiparados, seguros, plenos de conocimientos significativos y con la convicción de sus decisiones partiendo del pensamiento crítico.

Como vemos evaluar por competencias de forma pertinente es un reto, pero no es una utopía, de nosotros y nosotras los maestros depende hacerlo cada día de mejor forma, pero debemos estudiar, prepararnos, investigar, aprender de otros maestros y maestras y de sus buenas prácticas. Nadie dijo que educar en esta pandemia y luego de ella iba a ser una tarea fácil, pero tengo la plena seguridad que la capacidad de resiliencia y el poder del espíritu de cada uno de nosotros los maestros y maestras nos llevará a sacarle el mayor provecho a esta época, a la que denomino, la gran maestra del siglo XXI.

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