Reseña
El currículo desde la perspectiva de Zubiría
Gladys Milena Vargas
Libro: Cómo diseñar un currículo por competencias
Autor: Julián de Zubiría
Editorial Magisterio
Lo primero que se encuentra uno al abrir el libro de Julián de Zubiría: Cómo diseñar un currículo por competencias” es un texto de Gimeno Sacrístán, que denota en un solo párrafo, lo que se va a encontrar el lector en este maravilloso libro: una exhortación a ver el currículo como una oportunidad para sacar lo mejor de los maestros y permitirles innovar en un tema que les ha sido lejano, aunque sea tan propio de esta profesión. Y es que la experticia de Miguel de Zubiría, conduce al lector a descubrir, en las 252 páginas que conforman su libro, publicado por la Editorial Magisterio en 2013, la construcción social e histórica del currículo.
La mirada de Zubiría es, para cualquier maestro, la de un experto en educación, autoridad, ejemplo a seguir. Por eso, al adentrarse en la lectura de su libro se descubre que se van entretejiendo los fundamentos del currículo con las bases para su diseño, sus principios y las estrategias para poder rediseñarlo de ser necesario. Sin embargo este tejido, se nutre con los elementos configuradores de su construcción social, con la necesidad de consultar muchas fuentes para su diseño y con el hilo conductor, el maestro, como agente primordial de esa construcción.
El libro comienza conduciendo al lector a descubrir los aportes del conductismo, la escuela activa, el constructivismo y sintetiza ello usando un gráfico en el que de forma práctica, logra ilustrar esos aportes rescatando lo bueno de cada uno de ellos, dándole una nueva mirada a cada modelo pedagógico.
Luego, Julián de Zubiría, lleva al lector a comprender los componentes propios del currículo, pero lo hace a partir de la pregunta generadora, de aquella capaz de removernos cognitiva y afectivamente. Interrogantes como ¿a quién enseñar?, ¿Para quién enseñamos lo que enseñamos?, ¿Qué enseñamos?, ¿cuándo enseñar?, ¿Cómo enseñamos?, ¿Para qué?, ¿Por qué? Y ¿Cómo evaluamos?, permiten desatar en el docente un sinnúmero de reflexiones que se van enriqueciendo con los aportes del experto.
La importancia del contexto, de los elementos configuradores del mismo, de la visión sociocultural de la labor del maestro son los elementos, que junto con ejemplos de la cotidianidad, permiten que el lector comprenda de forma clara y profunda lo que constituye el currículo.
Impacta leer al maestro Zubiría, pues desde su postura de experto, no escatima esfuerzos en proponer una mirada de esa construcción del currículo como parte de la esencia del maestro. Acude a la sabiduría de otros, sin perder su talante, y de esa forma el texto se enriquece aún más desde la mirada frente a la educación de Kant, Paulo Freire, Alberto Merani y Estanislao Zuleta.
De otro lado, es interesante la perspectiva dada a los niveles de currículo: el currículo propuesto, el desarrollado y el logrado, puesto que permite ver qué elementos constituyen ese alcance de lo propuesto a nivel gubernamental e institucional, la perspectiva de lo que el maestro pone en práctica en el desarrollado, así como lo que llega al estudiante y hace parte de su vida: el currículo logrado.
El texto continúa analizando el currículo como diseño, partiendo de las nuevas demandas en la selección del currículo y las propuestas de expertos como Tyler. Sin embargo, para este ejercicio y contrario a los textos acartonados que se pueden leer por allí, el maestro Zubiría, escribe a través de analogías viendo el diseño curricular como un arte, una técnica, un diálogo.
Su trabajo en torno a las competencias en el texto, se constituye en una mirada crítica de la propuesta de Chomsky y sus diferencias con Piaget, a mi modo de ver, una reflexión necesaria e indispensable para todo aquel que quiere entender el concepto de la competencia. Adicionalmente su visión de las competencias como capacidades formales, la diferenciación entre las competencias, aptitudes y habilidades, así como la concepción de la competencia desde la perspectiva de los enfoques socioculturales, sus componentes, características, entre otros aspectos, son una excelente lección para aquellos que quieren entender a profundidad ese concepto.
El texto se cierra con dos elementos fundamentales: los principios para orientar el diseño curricular y las estrategias para implementar su rediseño. Al respecto describe de forma clara cada principio partiendo del hecho de privilegiar el desarrollo, la integralidad, la generalización, la contextualización, la flexibilidad y el último que propone la necesidad de privilegiar la profundidad frente a extensión. En cuanto a las estrategias parte de la contextualización, el trabajo a realizar por áreas, las dificultades los principios para revisar el currículo y la estrategia para poner en marcha el trabajo curricular.
Desde un punto de vista objetivo, el trabajo de Zubiría es, desde mi perspectiva, un texto clave para todos aquellos que de una u otra forma hacen parte de una comunidad educativa, este libro va más allá de la descripción del concepto de currículo y sus componentes, trasciende a lo profundo y lleva a una reflexión en torno a un concepto que muchos definen de forma superficial, pero que pocos logran analizar con la seriedad y capacidad crítica que el maestro Zubiría lo hace. Creo sin embargo, que el último capítulo nos queda debiendo más, la estrategia para adelantar el trabajo curricular daría para un segundo volumen que esperamos sin duda quienes admiramos el trabajo de Julián de Zubiría.